La Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ha dado un paso decisivo al aprobar la licencia ambiental para la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Bucaramanga y Girón. Esta aprobación es un hito crucial que marca el inicio de uno de los proyectos de infraestructura de saneamiento más ambiciosos y esperados en el área metropolitana de Bucaramanga.
La construcción de la PTAR Río de Oro es un proyecto de obra pública valorado en 1.3 billones de pesos, que se ejecutará en dos fases, con una duración total de hasta diez años. El objetivo principal de esta infraestructura es descontaminar el río de Oro, históricamente el tercer afluente más contaminado de Colombia, al tratar la totalidad de las aguas residuales de estos dos municipios.
¿Qué significa esta aprobación y qué viene ahora?
La luz verde de la ANLA no solo valida la viabilidad ambiental del proyecto, sino que también abre las puertas para la licitación y ejecución de las obras. Este es el resultado de décadas de esfuerzos y estudios, y representa un avance significativo en la deuda histórica de saneamiento que el área metropolitana de Bucaramanga ha tenido.
La primera fase de la obra, con un costo inicial de $600 mil millones de pesos, contempla la instalación de una infraestructura que tratará las aguas de manera eficiente utilizando tecnología de lodos activados. Con una capacidad para procesar 2,000 litros de aguas residuales por segundo, esta planta beneficiará directamente a más de un millón de habitantes.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la infraestructura puede transformar positivamente el entorno y mejorar la calidad de vida de las comunidades.
